En la búsqueda de un rendimiento deportivo, se debe de tener en cuenta tanto la calidad del entrenamiento como la alimentación. La nutrición juega un papel fundamental, y más si cabe, durante los meses de verano. Para los deportistas que buscan mejorar su desempeño en el deporte, contar con el apoyo de una profesional de la alimentación y nutrición puede marcar la diferencia. Ya sea que elijas recibir asesoramiento en persona o a través de consulta online, el enfoque personalizado junto con la estrategia nutricional adecuada te ayudará a alcanzar tus metas sea cual sea el punto de partida. A continuación, encontrarás estrategias nutricionales para mejorar tu rendimiento deportivo en verano:
1. Consume una dieta que cubra tus requerimientos
La base de un buen rendimiento deportivo se encuentra principalmente en una alimentación balanceada y adecuada que cubra tus requerimientos diarios.
1) Prioriza las frutas y verduras frescas. ¡Cuántos más colores y variedad mucho mejor!
2) Las proteínas magras (como carne blanca, el pescado, los huevos, proteína de origen vegetal como la soja) y los hidratos de carbono complejos (como los cereales integrales, tubérculos, arroz y las legumbres) en las proporciones y cantidades adecuadas dependiendo de la disciplina deportiva y carga de entrenamiento. La fuente de grasas debe ser saludables como: el Aceite de Oliva Virgen Extra, pescados azules como el salmón, aguacate, frutos secos y semillas principalmente.
2. Hidrátate adecuadamente
La hidratación es crucial para mantener un buen rendimiento deportivo. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio, no nos sirve solo beber cuando tenemos sed. En época de primavera-verano, y en especial en la provincia de Alicante, es importante estar atentos y aumentar la ingesta de líquidos con el objetivo de anticiparnos y prevenir la aparición de signos de deshidratación. La sed es el primer signo de deshidratación, por lo que debemos de anticiparnos a esta.
3. Planifica tus comidas acordes a tus entrenamientos
El momento y las proporciones de las ingestas es fundamental para maximizar tu energía, minimizar molestias digestivas y garantizar una correcta recuperación. Antes de hacer ejercicio, consume una comida o snack rico en hidratos de carbono y baja en fibra para abastecer tus músculos de glucógeno (nuestro combustible energético) y evitar molestias intestinales. Después del entrenamiento, opta por alimentos con proteínas para favorecer la recuperación muscular. Sin embargo, todo esto no tiene sentido si no se cubren los requerimientos básicos diarios.
4. Evita los alimentos procesados y azucarados
Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcares añadidos, grasas trans y sal, no solo carecen de nutrientes de calidad si no que se convierten en un problema cuando tienen gran presencia en nuestra dieta. Recuerda minimizar el consumo de estos y utiliza siempre métodos culinarios saludables.
5. Suplementos deportivos
Si bien es posible que algunos suplementos deportivos puedan ser beneficiosos dependiendo de la disciplina deportiva que se practique y contexto del deportista. Siempre es recomendable consultar con un profesional antes de tomarlos y valorar: la capacidad digestiva, experiencia de uso, etc. Te guiaré sobre qué suplementos pueden ser apropiados para ti y te ayudaré a evitar el uso innecesario de productos que podrían perjudicar tu salud.
Mejorar tu condición física comienza con una nutrición adecuada
Recuerda que cada cambio en tu alimentación debe ser gradual y constante para obtener resultados duraderos. ¡No esperes más y ponte en contacto para dar el primer paso hacia una mejor nutrición y un rendimiento deportivo!